El alfabeto perfecto
He visto la luz que abriga el eco
tras los cristales opacos de tu silencio.
Y no he sentido miedo.
He visto tu rostro agrietar el tiempo
como un esbozo de recuerdo lento y perdurable.
Y no, no he sentido miedo.
Pero tiemblo, aún así,
buscando el alfabeto perfecto
que equilibre mi llanto.
Comentarios
Publicar un comentario